Reciclar botellas de vidrio: una buena inversión medioambiental

Reciclar botellas de vidrio: una buena inversión medioambiental

diariodeecología.com. 17/03/2011

El reciclado de vidrio entraña beneficios sociales, ambientales y económicos, ya que genera un significativo ahorro energético.

Por cada 3.000 botellas que se depositan en el iglú se ahorran 130 kg de fuel, debido a que el vidrio que se recicla funde a una temperatura más baja. La energía requerida para fundir la fórmula del vidrio, puede disminuir hasta la mitad, dependiendo de la cantidad de vidrio que se introduzca al horno. De hecho, el vidrio reciclado ahorra de un 25% a un 32% de la energía utilizada para producir vidrio nuevo.

Si hiciéramos una extrapolación de datos para trasladar el ahorro energético a una situación doméstica podríamos afirma que tan sólo con la energía que ahorra el reciclaje de una botella sería posible mantener encendida una bombilla de 100 vatios durante 4 horas.

Aunque el ahorro energético que se logra es importante, no es el único beneficio que produce la recogida selectiva de estos envases y de este material y su reciclado para su posterior reutilización. El ahorro de materias primas que está logrando el progresivo aumento de las cifras de recogida selectiva de vidrio evita la destrucción de terrenos por extracción y contribuye así a la preservación de los ecosistemas potencialmente afectados por esta industria: reciclando 3.000 botellas se ahorra una tonelada de materias primas. Utilizar vidrio reciclado supone usar menos recursos naturales, como la arena sílica, que debe extraerse de las minas en un proceso que, además, requiere un elevado consumo energético.

Asimismo, estas prácticas reducen la contaminación de los suelos, ya que no se puede obviar que 3.000 botellas depositadas en los contenedores de recogida selectiva equivalen a 1.000 kilos menos de basura.

Algo similar se puede decir de la incidencia del reciclado en la polución y la conservación de la calidad del agua. La contaminación del aire disminuye significativamente al reducir la quema de combustible y el consumo de agua disminuye a la mitad. Si durante la fabricación de vidrio utilizáramos la mitad del material reciclado y la otra mitad de materia prima, se ahorraría el 50 por ciento del agua que normalmente se utiliza y bajaría en un 20% la contaminación del aire.

Estas características y las indudables ventajas socioeconómicas, y por supuesto ambientales, que conlleva el reciclado han facilitado una creciente sensibilización social en relación con esta cuestión, aunque las cifras de recogida de envases usados todavía están lejos de alcanzar las que registran otros países de nuestro entorno.