‘VERTEDERO 0’, la innovadora planta de tratamiento de basura que esteriliza y recicla los residuos

La localidad de Rivas-Vaciamadrid ha sido la primera en instalar una innovadora planta de tratamiento de basura que esteriliza los residuos para su posterior reciclaje, con el objetivo de evitar que la materia orgánica termine en los vertederos y así aprovecharla para la obtención de energía.

El consejero delegado de Ecohispánica y creador del proyecto, Jesús Marcos, ha explicado que esta planta busca tratar la basura de una forma distinta a la actual con una tecnología que la «higieniza». En declaraciones a Europa Press, Marcos ha indicado que, tras tres años de pruebas, el municipio cuenta ya con la planta definitiva.

«Llega la basura, le hacemos una trituración previa para empezar a desmigajar y poder separar las cosas más fáciles, la sometemos durante 20 minutos a presión de 140 grados y, cuando sale la basura a razón de cinco toneladas la hora, lo hace en formato muy fácil de separar tanto mecánica como manualmente», ha detallado.

Según ha señalado, la planta puede llegar a tratar 40.000 toneladas de basura al año gracias al diseño actual, lo que supondría abastecer la totalidad de la basura generada en Rivas además de la de la vecina Arganda del Rey. Aunque en la actualidad hay tecnologías similares de hervidero de los residuos, Marcos ha afirmado que se trata de un proyecto pionero por la posibilidad de reciclar la materia orgánica resultante del proceso y porque no se emiten gases nocivos para el medio ambiente.

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INTERÉS EN EL EXTRANJERO

Países como Chile y Brasil ya han iniciado conversaciones con Ecohispánica y el municipio madrileño para implantar el mismo sistema en dichas naciones y gracias al cual, el gas que desprenden los residuos y la materia orgánica triturada conservan un valor calorífico «muy alto». Por ello, se puede producir electricidad o combustible líquido, aunque esa parte del proceso todavía no se ha completado.

Según Marcos, Europa debe tomar conciencia de la necesidad de buscar una salida urgente a los vertederos, en los que se almacenan todos los residuos que hasta allí llegan. El efecto en el medio ambiente es, a corto y a largo plazo, especialmente nocivo. «En Europa hay una concienciación para el reciclaje alta y si lo podemos implantar en otros sitios, eso que nos evitamos que se entierre», ha remachado.

El concejal de Política Territorial y Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Fausto Fernández, ha indicado que se trata de un proyecto con una doble reutilización de los productos porque se logra que esa materia se convierta en energía y, además, se evita la quema de combustibles fósiles para generar dicha energía.

«Todo lo que tienen que ver con residuos y medio ambiente suele tener el rechazo del ciudadano. Todos somos muy ecologistas y estamos a favor del reciclaje de residuos pero preferimos que lo hagan en otro sitio. Requiere valentía política y es lo que hemos hecho. Personalmente pienso que si finalmente tiene hueco de comercialización esta planta, es la mayor apuesta por la reindustrialización de Madrid de los proyectos que yo no conozco», ha subrayado el edil.

De este modo, ha reconocido que al principio hubo «mucho debate» en el Rivas sobre esta nueva planta de tratamiento de la basura, algo que propició la creación de una comisión de investigación científico-técnica para conocer las consecuencias que se derivan de las fases del proyecto.

Aunque todavía no se conocen los resultados definitivos, Fernández ha opinado que «no sólo es bueno para el medio ambiente sino también económicamente rentable». El proyecto, realizado con maquinaria y tecnología española, puede fomentar además la posibilidad de que se genere tejido industrial, y consecuentemente, empleo que, a su juicio, «tanta falta hace».

«ES UN LAVADO DE CARA DE LA BASURA»

Sin embargo, el pionero proyecto ya cuenta con detractores. Para Javier Navascues, plataforma Rivas Aire Limpio, defiende que se trata de una planta «incompleta» que tiene bastantes inconvenientes, el principal es que la materia orgánica contiene muchos residuos y está mezclado de «tintes, pinturas, plásticos» y demás materiales que deberían separarse antes de comenzar el proceso de eliminado de basura y no sirven para abono.

«Es una planta que le lava la cara a la basura para luego acabar posiblemente con incineración o algo parecido. De entrada fomenta mantener la separación del cubo verde, que contiene todo tipo de residuos. Si de verdad separa de forma automática las cosas, incluso puede hacer que se retroceda y que, cosas que se echaban a otros contenedores, se acabe echando ahí», defiende Navascues.

Así, apuesta por cambiar a un sistema que de verdad permita reciclar los productos antes del inicio del proceso de tratamiento de la basura. «Además, no dicen qué van a hacer después con los residuos. Venden la máquina que hierve la basura y dicen que van a hacer gas y combustible con los plásticos y la materia orgánica pero eso está por probar», afirma.

En este sentido, se cuestiona si es más barato comprar diésel directamente que producir este invento y añade que, si finalmente no avanza la valoración energética, tendrían que terminar quemando los residuos y acabar en el proceso de incineración. «Fui de los primeros a los que dejaron visitar la planta pero ya teníamos una opinión y no la hemos cambiado», matiza al respecto.

La plataforma participa en la comisión de evaluación de la planta, y, a falta de conocer los resultados de la misma, defiende que están «muy descontentos» con el resultado de la evaluación. Desde Ecohispánica y el propio Consistorio, invitan a las organizaciones ecologistas a que visiten las instalaciones de la planta para que comprueben los consumos de luz y gas y desmientan que se trata de incineración de vertidos, tal y como ha señalado Jesús Marco.